Para lograr la trascendencia y continuidad de las empresas familiares, es necesario contar con un plan estratégico que contenga acciones concretas para poder lograr esos objetivos. Para ello, resulta indispensable que el fundador sea consciente de la importancia de que exista una buena comunicación entre los integrantes de su familia, promueva la sinceridad y transparencia, para que en conjunto logren establecer los valores familiares, así como la misión y la visión de la familia.
Para identificar lo que pudiéramos denominar la cultura familiar, es importante realizar un ejercicio con los miembros de la familia para conocer los valores que como seres individuales cada uno tiene, posteriormente expresar y definir los valores de la familia, con base en ellos establecer la misión y la visión familiar.
La visión a mediano y largo plazo de la empresa familiar guarda una íntima relación con los valores, la misión y visión de la familia, por eso es recomendable que ambas se encuentren alineadas.
Conocer la cultura familiar brinda estabilidad y cohesión a la familia, facilita la comunicación y la colaboración entre sus miembros. Vivir cada uno de los valores que como familia tienen y no son negociables, les facilitará tener armonía y se permeará con los colaboradores de la empresa al vivir cada uno de esos valores, porque como dice el refrán popular “las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra”.
Si bien la naturaleza de la familia y la empresa son distintos, es necesario que exista un equilibrio en ambos sistemas, ya que cualquier alteración en alguno incide directamente en el otro. La identificación de la cultura familiar sería una primera medida estratégica a considerar, tomando en cuenta que es la brújula que guiará el tránsito de la empresa familiar en su conjunto.
Otra medida estratégica es diseñar un plan de acción para afrontar los retos que la empresa familiar tiene para lograr su trascendencia.
¿Cuáles son los retos que la empresa familiar tiene que afrontar para lograr su trascendencia?
El reto familiar es lograr tener armonía en la familia y buenos resultados en la empresa.
El reto empresarial es profesionalizar la empresa.
El reto financiero es contar con recursos económicos que permitan hacer frente a las obligaciones de la empresa y contar con información actual y precisa sobre los recursos de la empresa.
El reto de la gobernanza es establecer y respetar los órganos de gobierno.
El reto de la sucesión del liderazgo es contar con un plan de sucesión de mando.
El reto de la sucesión patrimonial es tener los instrumentos idóneos para realizar la transmisión de la propiedad a los sucesores.
¿Qué medidas estratégicas resultan convenientes para afrontar esos retos?
I. Tomar conciencia los miembros de la familia de la responsabilidad que implica formar parte una empresa familiar, establecer la cultura familiar y el compromiso existente en cada miembro son la base sobre la cual se van a cumplir las reglas, los lineamientos y políticas estatuidas en la empresa para afrontar los retos existentes y prevenir conflictos o situaciones que impidan avanzar rumbo a los objetivos establecidos, ya que cualquier situación que se presenta en la empresa familiar repercute en la familia, tomando en consideración que ambas forman parte de un sistema en donde, como ya lo mencionamos, lo que suceda en uno repercute en el otro.
II. Tener claramente identificados los roles de cada miembro de la familia y su responsabilidad, contar con descriptivos de puestos, reglas de participación de los familiares en la operación y/o administración de la empresa, manuales de procesos, métricas de evaluación y desempeño.
III. Contar con políticas de distribución de dividendos, reinversión, apalancamiento, reservas, uso de los recursos de la empresa para lograr contar con recursos financieros que permitan la continuidad, innovación y crecimiento de la empresa, así como hacer frente a contingencias que pudieran presentarse.
IV. Implementar órganos de gobierno que regulen las relaciones entre la familia y la empresa (Consejo de Familia) o dependiendo del grado de maduración de la empresa, iniciar con un Consejo Consultivo para posteriormente migrar a un Consejo de Administración.
V. Contar con un plan de sucesión del director y puestos clave de la empresa por escrito, que contenga todas las directrices para realizarlo, plazo, planes de acción en caso de contingencias, perfil del sucesor, selección del sucesor, preparación y traspaso del liderazgo.
VI. Tener elaborado el testamento en donde quede establecida en forma clara y precisa la voluntad del fundador o el propietario, así como tener debidamente actualizado el inventario patrimonial que incluya los bienes estratégicos relacionados con la empresa familiar.
VII. Establecer programas de capacitación y actualización resultan indispensables para estar preparados ante los constantes cambios en el ámbito tecnológico, financiero, jurídico, fiscal, etc.
VIII. Contar con un Protocolo Familiar por escrito que contenga las reglas producto del proceso llevado a cabo con la familia, el cual contenga los valores, misión y visión de la familia, la historia de la empresa familiar, las principales reglas que regulen las relaciones presentes y futuras entre los miembros de la familia y la empresa, la propiedad, la gestión, los órganos de gobierno y las medidas para la resolución de conflictos que llegarán a existir.
Lograr la continuidad de la empresa familiar no solo es cuestión de éxito empresarial o de salvaguardar el patrimonio familiar, es también una responsabilidad social.
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